Cómo buscar información en Internet

AUTORA: Carmen L. Rodríguez Velasco

Este documento se orienta a ofrecer algunas pautas, a modo de consejos, que puedan resultar de utilidad para quienes se enfrentan a la difícil tarea de realizar búsquedas en Internet, en el marco de la elaboración de trabajos científicos.

Hablar de búsqueda, implica una acción intencionada de encontrar algo. Es en este sentido que nos posicionamos, de conjunto con Carles Monereo (2009): la búsqueda como una actividad de encontrar una información de un modo intencional, consciente, estratégico, en contraste con el encontrar un dato sin querer, por azar o casualidad.

Ahora bien, el realizar una búsqueda activa, crítica y reflexiva no es un hábito o automatismo que nos viene dado. Supone una formación o entrenamiento que en la mayoría de los casos no hemos aprendido a lo largo de nuestro ciclo formativo.

De ahí que este apartado se enfoque en ofrecer pautas que buscan cubrir déficits en este sentido. Mas es solo un recurso, no una guía exhaustiva y válida para cualquier circunstancia. Corresponde a cada uno de nosotros entrenarnos en una práctica intencionada, reflexiva y crítica.

1. ¿Qué tipo de buscador/a soy?

Adquirir nuevos aprendizajes, a manera de recursos personales y estrategias para realizar búsquedas en Internet, supone percatarnos del lugar en que estamos, del tipo de buscador que somos hoy. Más que engrosar una clasificación, o colocarnos una etiqueta, esta autoevaluación nos permite advertir el camino que hemos de transitar para ser un buscador estratégico.

De acuerdo a investigaciones citadas por Monereo (2008), se identifican básicamente cuatro perfiles de conductas en el momento de realizar una búsqueda:

  • Buscador/a pasivo/a
  • Buscador/a activo/a
  • Buscador/a selectivo/a
  • Buscador/a estratégico/a

Una persona que se considere un buscador/a pasivo/a encuentra la información de forma accidental, sin poner en acción planes o guías específicas para encontrarla. Mediante una suerte de zapping, visita distintos puntos de información y de manera casual va recopilando datos para la tarea que está realizando en ese momento. Realiza la búsqueda más común, por una palabra o frase vinculada al tema, o bien por un autor o título, y a partir de ahí “se deja llevar” o fluye entre la información que va apareciendo, sin aplicarle filtros discriminatorios intencionadamente.

Una persona que se considere un buscador/a activo/a, en cambio, sí busca intencionadamente la información, pero lo hace de manera rígida, partiendo de rutinas de búsqueda y de puntos informativos ya conocidos a los que siempre acude (por ejemplo: Wikipedia1). Por ejemplificar un comportamiento afín a este perfil de buscador/a, sería una persona que cuando va a iniciar la investigación sobre un tema que le resulta nuevo, acude a la Wikipedia como primer referente que lo ubique en la materia. Ahí consigue orientarse acerca de autores, enfoques, temas relacionados, contextos en los que más se ha trabajado. Con este primer sondeo, puede efectuar luego búsquedas más afines con un perfil selectivo o estratégico.

El buscador/a selectivo/a también es propositivo en su búsqueda, pero además tiene en cuenta ciertos elementos conocidos de calidad para escoger la información que finalmente recopilará. Esto supone que para realizar sus búsquedas elabore primero ciertos criterios acerca de dónde buscar la información para que esta resulte de calidad, qué fuentes pueden ser aportadoras, y cuáles ofrecerían una información a “tomar con pinzas”, o cuestionable. Con estos criterios, orienta su búsqueda más focalizada, específica, o selectiva. En términos de ejemplo, un buscador selectivo se documentaría inicialmente sobre el tema, por fuentes diversas, una de ellas podría ser la wikipedia. A partir de ahí, diseñaría unos criterios para buscar la información, como podrían ser: sitios web de universidades de contextos donde más se ha trabajado la temática, congresos o conferencias que hayan trabajado el tema o temas vinculados, autores iniciadores y contemporáneos, etc.

A diferencia de los anteriores, el buscador/a estratégico/a se caracteriza por la flexibilidad con que ejecuta el proceso de búsqueda, partiendo de pocos elementos prefijados, y tratando de diseñar estrategias ajustadas a la peculiaridad de cada contexto de búsqueda. Esta persona puede funcionar de manera similar a la que hemos descrito como buscador/a selectivo/a, la particularidad de su comportamiento radica en la flexibilidad con que asume cada proceso de búsqueda. Para cada caso, se enfoca en elaborar estrategias que puedan ofrecerle el acceso a materiales que cumplan con criterios de calidad, como el selectivo/a, pero no sigue las mismas pautas para cada caso, si no que reflexiona inicialmente, para el caso concreto, cuáles pueden ser las fuentes sensibles de ofrecer información relevante. Digamos que se toma un tiempo para diseñar una ruta para realizar sus búsquedas, que va evaluando durante su puesta en marcha, y reelaborándola, o modificándola mientras navega por la red.

De acuerdo a estos perfiles… ¿cuál se ajusta más a ti? ¿cómo podrías intencionar búsquedas más efectivas o afines a un perfil del buscador/a selectivo/a o estratégico/a? Los apartados siguientes ofrecen algunos consejos que podrían resultar de utilidad para tales fines.

1. Es una enciclopedia en Internet donde cualquiera de sus visitantes puede hacer sus aportaciones o bien introducir nuevos términos y desarrollar la información al respecto. Esta manera de diseño y gestión compartida y colaborativa resulta una herramienta potente, aunque también susceptible de cuestionamientos, cuando se trata de usarla como fuente académica rigurosa. No obstante, en la actualidad, muchos autores la consideran un punto de partida, o bien la toman en cuenta durante el desarrollo de los temas que trabajen.

2. Aprendiendo a buscar en internet: algunas pautas

Si bien el apartado anterior nos ofrece pistas para realizar búsquedas más efectivas en la Red, en el presente, nos enfocaremos en ofrecer algunos consejos o pautas que pueden resultar útiles. No son recetas mágicas, ni caminos únicos. Justamente como se explicaba al caracterizar al buscador/a estratégico/a, su particularidad es precisamente la flexibilidad con que asume cada nueva búsqueda. De ahí que resulte una tarea desacertada pretender estandarizar maneras óptimas de buscar en Internet.

No obstante, entre una búsqueda pasiva y una búsqueda estratégica, existen un conjunto de posibilidades. En este espectro de alternativas nos centraremos, para ofrecer algunas pautas o consejos a buscadores/as noveles.

En estudios realizados con expertos en búsquedas, desde la Psicología de la Educación Virtual, coinciden en destacar cinco fases típicas (Monereo, 2009):

  1. búsqueda activa a través del encadenamiento de links.
  2. exploración y revisión de los documentos encontrados
  3. diferenciación y etiquetado de la información clave.
  4. disposición de señales para detectar nueva información relevante.
  5. extracción y uso de la información recopilada.

Como puede apreciarse, el proceso de búsqueda no obedece a una lógica lineal, si no que una vez obtenidos avances, pueden conducirnos a reiniciar nuevas búsquedas, más particularizadas, marcadas por el carácter relevante que le otorga la información hallada previamente. Esto hace el proceso complejo. Diríamos que supone un entrenamiento mental para mantener varias ventanas abiertas a la vez, para ir conectando información extraída de una y otra fuente, y a su vez, nueva apertura de ventanas, derivada de temas emergentes. Ello supone una formación o entrenamiento. Sobre estos procesos pedagógicos o formativos se han desarrollado diversos estudios y propuestas. Para elaborar estas recomendaciones, nos hemos basado en el modelo de Carles Monereo (2009)2 así como en las pautas ofrecidas por David Molero (2009)3, como fuente documental básica.

2.Ver: MONEREO, C. (2009) “Aprender a encontrar y seleccionar información: De Google a la toma de apuntes” En: Psicología del aprendizaje universitario: la formación en competencias. Juan Ignacio Pozo Municio, María Puy Pérez Echeverría (coords.), 2009, ISBN 978-84-7112-598-9, pp. 89 – 105.
3. Ver: MOLERO, D. (2009) “Documentación y búsqueda de información”. En: Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de investigación. Pantoja Vallejo, Antonio (Coord.). Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 101-125.

Momento 1: planificación de la búsqueda

Buscar en Internet es un proceso que no se inicia con encender el ordenador, abrir un motor de búsqueda, y colocar un término. Para buscar con acierto, es importante planificar primero. De lo contrario, podemos estar navegando durante largo tiempo, haciendo zapping, recopilando una información que posiblemente luego no vayamos a usar.

En ocasiones pensamos que planificar es un gasto de tiempo. Invitamos a entender la planificación como una inversión: invertir tiempo para ganar tiempo.

En el momento de planificación debemos considerar:

  • Finalidad de la información: ¿Por qué y para qué necesitamos localizar determinada información?

Nuestros propósitos con la búsqueda pueden tener diferentes grados de complejidad. Podemos ir desde la simple definición de un término, a la comprensión de un enfoque, que supone elaborar definiciones, contextos, árbol de temas asociados, etc.

De ahí que nuestra búsqueda pueda reducirse a una palabra o frase, o bien suponer una o varias cadenas de conectores, e incluso llegar a suponernos diferentes itinerarios de búsqueda, a partir de diferentes parámetros.

  • Conocimientos previos: sobre el tema y sobre el proceso de búsqueda mismo

Paralelamente a interrogarnos sobre la finalidad de la búsqueda, es preciso que nos preguntemos acerca de: ¿qué sabemos sobre el tema que queremos buscar? ¿qué experiencias tenemos en procesos de búsquedas similares y en relación a los diferentes sistemas de búsqueda en Internet?

La respuesta a estas interrogantes nos irá guiando acerca de cómo organizar el proceso de búsqueda.

  • Dónde buscar

Obviamente las fuentes documentales a consultar pueden ser diversas. En este texto nos estamos centrando en aquellas disponibles a través de Internet. Aun cuando Internet es solo uno de los recursos o fuentes de información, sus posibilidades son infinitas. De ahí la importancia de planificar el dónde buscar.

Podemos, por ejemplo, utilizar algún motor de búsqueda genérico (Google) o específico, según la disciplina o materia que estemos buscando. Podemos buscar en una base de datos especializada (TESEO), o en una creada por los propios usuarios de la red, como es la Wikipedia; así como en directorios especializados o directamente en una web temática.

Pero para decidir acerca de estas variantes, es preciso que conozcamos previamente sobre sus características y opciones, para, de acuerdo a nuestros propósitos, organizar la búsqueda siguiendo uno u otro itinerario y recursos. En este apartado no haremos una descripción exhaustiva de cada una de ellas, solo mencionaremos algunas, como incentivo a una lectura más detallada por parte de quienes pretendan realizar búsquedas más efectivas y estratégicas.

El tratar este tema en los marcos del presente documento obedece al uso frecuente y de ahí, la utilidad, que suelen tener las bases de datos documentales en los trabajos de postgrado, debido a la validez y credibilidad de los contenidos, así como al prestigio de los autores. Si bien el acceso a algunas de ellas puede ser restringido nos permiten obtener datos básicos de documentos que pueden ser consultados in situ en bibliotecas universitarias. Como ya hemos expresado, Internet es una posible fuente de búsqueda, no es la única. Esto hemos de tenerlo presente para no sobredimensionar su uso, así como tampoco menospreciar o ignorar la potencialidad de otras fuentes de recursos documentales como pueden ser bibliotecas, centros estadísticos, instituciones especializadas en temas.

Bases de datos documentales

Las bases de datos documentales son como una especie de bibliotecas virtuales, aunque no siempre contengan los textos íntegros, si no una referencia a estos. Muchas de ellas son especializadas, según el campo disciplinar que se trate, con lo cual es importante informarnos acerca de cuáles son aquellas bases de datos referidas al ámbito de estudios nuestro. A su vez, el acceso no siempre es libre, y en algunos casos, tampoco gratuito. Aspectos de esta naturaleza también son tenidos en cuenta cuando planificamos dónde buscar. Asimismo, pueden existir bases de datos en diferentes idiomas, y de acuerdo a nuestra competencia de lectura, valoraremos si orientar nuestra búsqueda en una de ellas.

Como anexo en este texto, colocamos una guía para realizar búsquedas en la base de datos TESEO, perteneciente al Ministerio de Ciencia e Innovación de España (Anexo 1). Dicha fuente alberga tesis doctorales leídas desde el año 1976, el acceso para consultas es libre y gratuito, con lo cual, puede ser una fuente válida para nuestras búsquedas.

También se anexa una guía para realizar búsquedas en Dialnet, el portal de difusión de la producción científica en lengua española (Anexo 2). Su acceso es libre y fue creada por la Universidad de La Rioja. Según refiere Molero (2009), contiene el vaciado de los índices de la mayor parte de las revistas científicas y humanísticas de España y Latinoamérica, incluyendo también libros, tesis doctorales y otros tipos de documentos (Universidad de la Rioja, 2008, citado por Molero, 2009). En febrero de 2009, estaban disponibles en la misma 1927463 documentos, 5266 revistas diferentes y más de 17300 tesis doctorales de 36 universidades españolas; muchos de estos documentos están disponibles los textos al completo.

  • Criterios de calidad

Realizar una búsqueda en la Red en los marcos de un trabajo de investigación supone considerar una serie de criterios que sirven como filtros de calidad acerca de la información. No se trata de que todo lo que hallamos es válido, con lo cual, hemos de aprender a discriminar la información, en función de su calidad para la investigación científica.

En este sentido, hemos de atender a:

a) la validez y credibilidad de un documento,
b) su actualidad o ritmo de actualización de la fuente que nos lo aporta,
c) el prestigio o reconocimiento de los autores,
d) su nivel de pertinencia con el contenido buscado y los objetivos perseguidos

Poder distinguir en términos de calidad, supone experiencia en la materia o temática buscada. No obstante, para investigadores noveles, existen algunos recursos que pueden ser de utilidad.

Uno de ellos es el índice de impacto de revistas. Su cálculo nos sirve para conocer cuáles son las revistas más consideradas según los temas, los autores y las autoras con mayor número de citas y las instituciones educativas más presentes en la producción científica, a través de la publicación de estudios en revistas de carácter científico (Molero, 2009). Esta información resulta de gran valor para orientar nuestras búsquedas, y a su vez filtrar lo encontrado atendiendo a los criterios de calidad. Como anexo a este material (Anexo 3), se presentan algunos ejemplos de cómo calcular el índice de impacto, en revistas de ciencias sociales y ámbitos de educación4.

Así como contamos con criterios para evaluar la calidad de determinadas fuentes, existen fuentes no confiables, o de dudosa valía para un estudio o investigación científica. Sin creer posible listar detalladamente URLs o sitios webs que posean esta característica (la lista podría muy extensa), sí añadiremos a los criterios antes mencionados, otras cuestiones a considerar cuando evaluamos qué puede ser información válida o no, en la web.

Al respecto, algo que podemos hacer es chequear la fuente: verificar que la información que estamos leyendo proviene de una fuente original o bien conocer cuál es su origen. En este sentido, podremos confiar, si se trata de sitios especializados en determinados temas, aun cuando no se sea una fuente original. Encadenamientos de mails, o bien foros públicos, blogs, u otros espacios en los que podemos leer información en Internet, aun cuando pueden sugerirnos reflexiones fértiles, no constituyen fuentes de documentación confiable para abordajes científicos.

4. Aunque el ejemplo está restringido a estos campos de conocimiento, puede ser de utilidad para otras disciplinas, pues operacionalmente el cálculo funciona de manera similar.

Momento 2: realización de acciones de búsqueda

Este momento se distingue por realizar las acciones de búsqueda propiamente dichas. Una vez que en la fase anterior hemos elaborado estrategias de búsqueda, hemos incluso realizado consultas en la web para identificar autores relevantes dentro del tema investigado, o bien instituciones o contextos donde más se trabajen temáticas afines a nuestro objeto de estudio, procedemos en este segundo momento a emprender las búsquedas de fuentes primarias (textos originales) o secundarias, relativos a nuestros propósitos de búsqueda.

En cuanto a los procedimientos de búsqueda, autores como Marchionini, citado por Monereo (2009), describen tres categorías: movimientos (moves), tácticas (tactics) y estrategias (strategies).

Tal como señala el citado autor: los movimientos son acciones conductuales discretas, como escribir una dirección en una caja URL, o regresar a una página anterior; las tácticas consisten en decisiones puntuales sobre la búsqueda, como modificar la palabra clave inicial, o copiar y pegar un dato; mientras las estrategias implican el uso consciente y deliberado de un conjunto organizado de tácticas, como escoger un sistema específico para la búsqueda, o afinar mucho mejor la palabra clave.

La tabla que a continuación se muestra ilustra con mayor precisión y amplitud la descripción anterior.

Movimientos (Moves) Tácticas (Tactics) Estrategias (Strategies)
·         Scroll: utilizar la barra de desplazamiento para revisar la información.

·         Return: volver a una información anterior.

·         Frame: cambiar de cuadro para encontrar información

·         Type: escribir una dirección URL.

·         Arrow: uso de los hyperlinks.

·         Keyboard: uso del teclado para seleccionar.

·         Menus: uso de menús desplegables para buscar.

·         Right click: uso de la tecla derecha del mouse para conservar información.

·         Print: uso de la función imprimir.

·         Home: uso del botón “home”.

·         Review: revisar el material en la pantalla para comprobar si esa información resulta necesaria

·         Query: modificar la búsqueda, cambiando o añadiendo términos en el cuadro de diálogo correspondiente

·         Switch: cambio a otro tipo de recurso de búsqueda.

·         Copy: copiar información desde otro recurso y usarlo en uno nuevo.

·         Choosing: elección del recurso de búsqueda (motor, web, etc.).

·         Keyword broad: uso de una palabra clave amplia o general.

·         Keyword narrow: uso de una palabra clave precisa o específica.

·         Tree: búsqueda de un tema mediante categorías semánticamente relacionadas (en árbol).

·         Locating: localización de recursos para solventar un problema de información

·         Verify: asegurarse de que una información encontrada es correcta.

·         Previously: uso de información adquirida previamente.

·         Boolean code: uso de los operadores boleanos en el cuadro de diálogo para afinar la búsqueda

Tabla 1. Lista de movimientos, tácticas y estrategias de búsqueda,
según el modelo de Marchionini (1995)
Fuente: Monereo (2009), p.95

Momento 3: supervisión y evaluación de la búsqueda

Este momento distingue a un buscador estratégico, y aunque para muchos podría ser visto como un momento posterior al proceso de búsqueda, lo incluimos como parte de ella por considerarlo un momento relevante del proceso.

Al supervisar y evaluar los materiales encontrados, estamos realizando una valoración que en la mayoría de los casos, nos lleva nuevamente al momento 2, o incluso podría redirigirnos al 1, si advertimos que la planificación no fue lo acertada que quisiéramos, de acuerdo a los propósitos con los que iniciamos la búsqueda.

En este momento, la persona que realiza la búsqueda elige los documentos que definitivamente empleará y comienza a identificar la información concreta que extraerá de los mismos, para anotarla. Es importante mencionar que en ocasiones el contenido de un documento puede no ser una fuente relevante para nuestra investigación, sin embargo, su bibliografía puede resultar un recurso de gran utilidad donde encontrar información valiosa que nos permite continuar la búsqueda.

Autores como Monereo y Fuentes (2005, citados por Monereo 2009) proponen algunos criterios de fiabilidad o credibilidad, que debemos considerar en este momento 3. Estos criterios representan como especie de filtros, que nos facilitan este proceso de supervisión y evaluación de la búsqueda:

a) En relación con el ajuste al tópico de búsqueda:

  • el orden que ocupa el documento en el listado generado
  • el índice de afinidad mostrado por el buscador (en caso que exista esa utilidad)
  • la similitud del tópico con el índice del documento
  • la proximidad semántica (o de significados) con el resumen o abstract del documento, o con los primeros párrafos del mismo, o con las palabras claves
  • la extensión y nivel de profundización en el tópico

b) En relación con la calidad relativa del documento:

  • el nivel de objetividad de la información
  • la adecuación del tono, la sintaxis, el vocabulario, y el estilo de comunicación al tema tratado y los destinatarios
  • los aspectos de diseño, estética y originalidad del formato
  • la pertinencia y operatividad en los enlaces incluidos
  • la publicidad equilibrada y oportuna
  • las opciones de búsqueda incluidas
  • el empleo de la tecnología apropiada para la gestión del documento

c) En relación con el rigor de la información:

  • la reputación de los autores o productores de la información, y posibilidad de acceder a su dirección electrónica
  • cómo se cita ese documento en otros sitios de calidad reconocida
  • posibilidades de contrastar el contenido
  • actualidad temática
  • coherencia y calidad de los enlaces
  • frecuencia de actualización del documento o punto informativo
  • número de consultas que recibe

La información que corresponda a estos criterios de fiabilidad, puede ser fichada en una o varias carpetas, o bien registrada en un mismo documento. Esta discriminación de la materia prima es fundamental, porque si esta es defectuosa, la síntesis de resultados también lo será.

Momento 4: evaluación del propio proceso de búsqueda

Como señala Monereo (2009), esta es una etapa frecuentemente olvidada, y es justamente la que debe garantizar que el buscador/a aprenda de sus aciertos y errores, para emplear ese conocimiento en futuras búsquedas.

Para ello, hemos de contrastar los itinerarios o rutas de búsquedas planificados inicialmente y los cambios que sufrieron, valorar el acierto de las decisiones adoptadas, y evaluar la eficacia de los procedimientos de búsqueda utilizados. Acciones estas que nos permitirán entrenarnos para buscar mejor en lo adelante.

Eso sí, la evaluación del proceso de búsqueda supone que seamos capaces de representarnos mentalmente el proceso seguido, y que podamos tomar distancia de la ejecución, para poder enjuiciarla mejor.

Si repasamos este texto, advertiremos que buscar en Internet información documental válida para trabajos científicos no es una tarea sencilla. En principio, estas pautas o consejos nos parecerán más obstáculo que herramienta, porque ciertamente suponen un proceso de aprendizaje y entrenamiento. Ahora bien, una vez que adquirimos las competencias para realizar búsquedas estratégicas, se valora positivamente el momento de aprendizaje vivido. Sin rutinizar la práctica – algo que sería incoherente con un actuar estratégico – logramos ciertos hábitos y adquirimos una serie de recursos personales que nos disponen de otro modo ante el inmenso campo de información que resulta Internet.

Queda abierta la invitación a convertir estas páginas en referencia orientadora de nuestras prácticas de búsqueda. Al inicio, es posible que tengamos que volver a ellas una y otra vez, con el tiempo, serán material de archivo.

3. Base de Datos TESEO

[apartado tomado de: MOLERO, D. (2009) “Documentación y búsqueda de información”. En: Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de investigación. Pantoja Vallejo, Antonio (Coord.). Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 101-125. Todos los derechos cedidos a FUNIBER, 2010]

Esta base de datos pertenece al Ministerio de Ciencia e Innovación, consiste en un procedimiento para la búsqueda y gestión de fichas de Tesis Doctorales leídas desde el año 1976, en ella se pueden realizar consultas o registrase como doctorando en la misma para permitir a éstos introducir los datos de su tesis en el sistema; el acceso se realiza de manera online (Ministerio de Ciencia e Innovación, 2008). La dirección electrónica para acceder a ella es https://www.micinn.es/teseo/login.jsp. Esta dirección ha sido modificada recientemente con el cambio de competencias universitarias al Ministerio de Ciencia e Innovación, estando activa la anterior dirección con un redireccionamiento a la aplicación en vigor.

Como ya comentamos con anterioridad, es de acceso gratuito y sólo hace falta registrarse en ella si se quiere acceder como doctorando y poder mantener contacto con los administradores de la misma, no siendo necesario el registro para realizar consultas. Su utilización es muy sencilla, una vez que hemos accedido a ella, podemos realizar consultas en la misma a través de la opción “Acceso a la consulta de TESEO” (véase Figura 4.1).

Una vez que nos hemos situado dentro de la opción de búsqueda, podemos optar por la alternativa de realizar una búsqueda sencilla, en donde podemos consultar las Tesis por autor o autora, título, universidad o incluso por cursos académicos. También existe la posibilidad de hacer búsquedas avanzadas, que, además de los criterios de búsqueda de la alternativa sencilla, cuenta con otros criterios como palabras clave, frases o búsqueda con un tesauro o combinando varios de ellos (ver Figura 4.2).

La gran ventaja de esta alternativa de búsqueda avanzada es que para quienes quieran realizar rastreos de tesis doctorales sin conocer datos identificativos de las mismas, de manera muy concreta, pueden formular búsquedas en torno a uno o varios descriptores o palabras clave, o mediante el empleo de uno o varios tesauros, términos que aglutinan a trabajos vinculados con esas temáticas. En estos casos, las personas interesadas tendrían que seleccionar algunos tesauros dentro del menú palabras clave en la búsqueda avanzada, incluyéndolos si los conocen o pidiendo que la aplicación informática les sugiera los mismos en caso de no conocerlos, tal como aparece en la Figura 4.3. De esta manera breve y concisa, pero a la vez específica, se pueden hacer búsquedas más restrictivas.

Una vez que se han realizado o seleccionado todas las alternativas de búsqueda, solicitamos a la aplicación que realice la búsqueda en TESEO. En función de las especificaciones o limitaciones solicitadas nos encontraremos un mayor o menor número de resultados de la búsqueda, los cuales aparecen presentados de diez en diez registros por página. Se pueden marcar o seleccionar los registros que se deseen y a continuación marcar la alternativa “ver selección”, que nos permite acceder a la Ficha de la Tesis Doctoral seleccionada o, el caso de seleccionar varias, poder pasar a las siguientes. En la Ficha de Tesis se ofrece información sobre el título, autor o autora, Universidad, fecha de lectura, dirección, tribunal, descriptores, un hipervínculo con el enlace a la misma si el texto está disponible y finalmente un resumen del trabajo (véase Figura 4.4.)

Es importante recordar la posibilidad que se tiene de solicitar el préstamo por intercambio bibliotecario en la Red Española de Bibliotecas Universitarias (REBIUN) de las Tesis que sean de su interés a través de su universidad o centro de investigación. Aunque muchas de las citadas obras acaban siendo publicadas en papel, formato electrónico (véase la base de datos Dialnet), libro, CD, etc.; por lo que el acceso a las mismas es asequible.

4.Base de Datos Dialnet

[apartado tomado de: MOLERO, D. (2009) “Documentación y búsqueda de información”. En: Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de investigación. Pantoja Vallejo, Antonio (Coord.). Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 101-125. Todos los derechos cedidos a FUNIBER, 2010]

Dialnet es un portal de difusión de la producción científica en lengua española. Su acceso es libre y fue creada por la Universidad de La Rioja. Contiene el vaciado de los índices de la mayor parte de las revistas científicas y humanísticas de España y Latinoamérica, incluyendo también libros, tesis doctorales y otros tipos de documentos (Universidad de la Rioja, 2008). En febrero de 2009, estaban disponibles en la misma 1927463 documentos, 5266 revistas diferentes y más de 17300 tesis doctorales de 36 universidades españolas; muchos de estos documentos están disponibles los textos al completo. El número de personas registradas era de 355589 en la fecha en que esta publicación se envió a impresión.
Esta base de datos es uno de los servicios de búsqueda más utilizados en el mundo cultural hispano. Facilita, además, el acceso a numerosos contenidos a texto completo y ofrece un servicio de alertas, para recibir vía correo electrónico los sumarios de las revistas o temas de interés.
Dialnet también está disponible en otros idiomas y lenguas oficiales a través de la opción “Idioma” situada en la parte superior de la página de entrada a la base de datos (véase Figura 4.5). Los idiomas disponibles, además de español, son inglés, francés, portugués, galego, català y euskera. Recientemente, acaba de ponerse en marcha Dialnet en alemán, a través de una colaboración con la Biblioteca del Instituto Cervantes de Munich.

Si accedemos a la página de inicio de Dialnet (http://dialnet.unirioja.es/) podemos realizar diferentes tipos de búsquedas, por cualquier palabra, por el título o por el autor o autora (véase Figura 4.5). Así mismo, podemos solicitar documentos de cualquier tipo, artículos de revistas, obras colectivas, tesis o libros. También podemos hacer búsquedas de revistas, se ofrece una opción específica para ello, podemos buscar por el título, por el código del ISSN o por el código de revista de Dialnet, buscando en cualquier materia o sólo en la seleccionada, en nuestro caso Psicología y Educación.
Vamos a ejemplificar el proceso con una búsqueda por autor o autora. En las distintas opciones de búsqueda vamos a seleccionar el nombre de la persona buscada, recordando que cuanto más especifiquemos la misma más delimitada serán los resultados obtenidos. Una vez que hemos indicado en el apartado autor/a la persona que buscamos, seleccionamos el botón “buscar”, obteniendo como resultados todos los registros relacionados (ver Figura 4.6).

En numerosas ocasiones, en el momento de buscar información, no conocemos los datos completos de la autoría de los trabajos (sólo un apellido o no recordamos el nombre, etc.), provocando una salida de resultados más amplia de las esperada. Dialnet ofrece soluciones para ello, podemos seleccionar haciendo click sobre los datos personales de los responsables de los artículos, capítulos de libros, monografías encontradas, etc., y el sistema nos remite a todos los registros vinculados con esa persona. De la misma manera, podemos seleccionar a otros coautores o coautoras de la persona que buscamos, revistas, libros, etc. De esta manera la aplicación informática, a través de diferentes vínculos, nos lleva a los distintos documentos o personas.

Si optamos por hacer una búsqueda de tesis doctorales (véase Figura 4.7), podemos facilitar la misma utilizando y combinando los distintos criterios de búsqueda entre las cerca de 17300 tesis disponibles en las 36 universidades contempladas en esta alternativa de búsqueda. Los criterios disponibles son palabras clave o descriptores, autoría, universidad, títulos, idioma, años de inicio y fin de la misma, así como la alternativa que selecciona sólo los registros disponibles en texto completo, que en febrero de 2009 era la nada desmerecedora cifra de 11774 tesis doctorales disponibles.
Una vez presentadas las distintas opciones de búsqueda de esta sencilla, útil y dinámica, pero a la vez amplia base de datos mantenida por la Universidad de la Rioja, debemos recomendar a los lectores y las lectoras de esta publicación su utilización, dada la riqueza de documentos que engloba y la variedad de idiomas de los mismos.

5. Índices de impacto de revistas

[síntesis de apartado tomado de: MOLERO, D. (2009) “Documentación y búsqueda de información”. En: Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de investigación. Pantoja Vallejo, Antonio (Coord.). Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 101-125. Todos los derechos cedidos a FUNIBER, 2010]

A continuación, vamos a presentar dos recursos para calcular el índice de impacto de revistas, particularmente de las educativas, aunque el procedimiento puede ser válido para calcular el índice de otras revistas de ciencias sociales. Estos recursos son fuentes de documentación secundaria. Además, sirven para que los investigadores y toda la comunidad investigadora conozcan cuáles son las revistas más consideradas, los autores y las autoras con mayor número de citas y las instituciones educativas más presentes en la producción científica, a través de la publicación de estudios en revistas de carácter científico.

5.1. Índice de impacto de revistas españolas de Ciencias Sociales -IN-RECS

Este recurso está elaborado por el Grupo de Investigación Evaluación de la Ciencia y de la Comunicación Científica de la Universidad de Granada (2008), ha recibido financiación del Ministerio de Educación y Ciencia y en la actualidad está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Su dirección electrónica es: http://ec3.ugr.es/in-recs/.
IN-RECS es un índice bibliométrico en lengua española que ofrece información estadística a partir del recuento de las citas bibliográficas con el fin de determinar la relevancia, influencia e impacto científico de las revistas españolas de ciencias sociales, de los autores y las autoras que publican en las mismas y de las instituciones a las que se adscriben. Asimismo, permite conocer de manera individualizada las citas bibliográficas que reciben los trabajos publicados en revistas científicas españolas con lo que es posible conocer el impacto real que han tenido en la comunidad científica a la que se dirigen.
IN-RECS publica anualmente, en el último trimestre del año, listados de revistas, autores e instituciones ordenados según su impacto. La base de datos IN-RECS (véase Figura 4.11) se alimenta a partir de la indización sistemática de las referencias bibliográficas citadas en los artículos publicados en revistas españolas de las principales disciplinas que conforman el dominio de las Ciencias Sociales (Antropología, Biblioteconomía y Documentación, Economía, Educación, Geografía, Sociología, Psicología y Urbanismo).

Nos vamos a centrar en el empleo de la sección relacionada con Educación, aunque el proceso que se explica sería el mismo para cualquier otra área. Si accedemos a la dirección electrónica de la misma (ver Figura 4.11) y entramos en los contenidos del área de Educación podemos apreciar la clasificación de las revistas educativas en función de su índice de impacto y su distribución en cuartiles en función de la clasificación obtenida, opción que aparece por defecto, como puede apreciarse en la Figura 4.12.

Es conveniente indicar que los índices de impacto de las revistas varían en función de los años en que se consulten, estando disponibles los índices anuales desde el año 1996 hasta el año 2007 y dos índices acumulados, del año 1994 al año 2007 y del año 2003 al año 2007. Estos detalles deben ser tenidos en cuenta, ya que los resultados obtenidos pueden ser diferentes en función del intervalo seleccionado. También podemos solicitar, de acuerdo con nuestras necesidades, que clasifique las revistas teniendo en cuenta el total de trabajos, total de citas, citas nacionales, citas internacionales u ordenarlas alfabéticamente; pero siempre se acompaña la información del cuartil en el que están situadas las revistas.

A su vez, podemos solicitar que la fuente documental clasifique o busque los artículos más citados, los autores y autoras con más citas, las instituciones más reflejadas en las distintas revisiones y realizar una búsqueda por la autoría, revistas, instituciones, etc. Estas búsquedas se consiguen seleccionando en la parte superior de la aplicación las distintas opciones (artículos, autores/as, instituciones, búsquedas, etc.) como puede apreciarse en la Figura 4.13, a modo de ejemplo, seleccionamos los artículos más citados, siguiéndose para el resto de acciones un proceso similar.
La base de datos IN-RECS tiene otras muchas aplicaciones relacionadas con las revistas estudiadas, como la evolución de las revistas, una estadística, la consulta de las revistas que sirven de fuente y un menú de ayuda. Sin duda, la utilidad de esta aplicación es elevada, más aún en el momento actual, en donde existe una preocupación de los investigadores y de las investigadoras por conocer cuáles son las revistas más relevantes en cada uno de nuestros campos de trabajo.

5.2. Índice de impacto de revistas –LATINDEX

Latindex es un sistema regional de información en línea para revistas científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal, tal y como refleja su propia Web (http://www.latindex.unam.mx/). Es un producto de la cooperación de una red de instituciones que funcionan de manera coordinada para reunir y diseminar información bibliográfica sobre las publicaciones científicas seriadas producidas en el mundo latinoamericano.
Los usuarios y las usuarias potenciales de Latindex usan, intercambian y generan información científica entre los investigadores e investigadoras, docentes, estudiantes, administradores y planificadores de la actividad científica, editores, bibliotecarios y especialistas de la información. Latindex sirve también a la comunidad internacional (organismos y personas) interesada en los contenidos, temas y acciones relacionados con la ciencia y la información científica en la región.
Esta Base de Datos (Latindex, 2008) verifica si las revistas de investigación cumplen con unos criterios, de manera que las revistas que cumplen con mayor número de criterios o indicadores son aquellas que tienen mayor relevancia. Es decir, lo esperado por las editoriales y los autores y las autoras de artículos es que las revistas tengan el mayor número de criterios para así considerar que las publicaciones son mejor valoradas y de mayor prestigio (véase Figura 4.14).

Si seleccionamos la opción de búsqueda de revistas de ciencias sociales y dentro de ellas las de educación en la opción de búsqueda avanzada (véase Figura 4.15), podemos realizar búsquedas en función de distintos criterios, autoría, nombre de las revistas, temas, ISSN, país de publicación, etc. Es recomendable realizar las búsquedas con el mayor número de criterios dado el alto volumen de revistas que aparecen en la citada base de datos, sólo en educación existen 1023 revistas indexadas.

Una vez seleccionada la revista entre los resultados obtenidos, recordamos la importancia de indicar criterios de búsqueda concretos para reducir el número de resultados, y obtenemos la información relacionada con la misma en una ficha de datos. Podemos acceder a las webs de las mismas o a los artículos que estén disponibles online, pero, sin duda, uno de los aspectos más relevantes es el número de criterios que se cumplen, siendo la valoración máxima la obtención de 33 criterios o características (ver Figura 4.16).